Los amortiguadores son un elemento esencial que influye en la conducción y la seguridad de tu automóvil. Por eso es conveniente que los revises cada 20.000 km, y si es necesario, que esa operación se vea acompañada por un cambio y equilibrado de neumáticos y también de frenos.
Las piezas en mal estado de la suspensión, pueden causar una serie de problemas relacionados con la seguridad y la fiabilidad del automóvil, como una disminución del control de la dirección, aumentar la distancia de frenado o incluso que el desgaste de los neumáticos sea aún mayor.
Por estos motivos no debes desatender los amortiguadores, especialmente antes de iniciar viajes largos. Si adviertes alguno de estos síntomas, no dudes en revisarlos correctamente:
- Desgaste irregular de los neumáticos
- Necesitas más tiempo para detener el vehículo
- Te resulta difícil controlar el coche en curvas y superficies mojadas
- Notas vibraciones en el volante
- Sientes que el viento lateral influye más sobre el vehículo
- Deslumbras a otros al conducir el coche
- El eje trasero se hunde al acelerar
- Detectas fugas de fluido hidráulico
- Los amortiguadores tocan fondo y se clavan en baches muy pronunciados.
Si notas alguno de estos síntomas, lo más probable es que los amortiguadores estén desgastados y no cumplan correctamente su función. En ese caso, debes acudir a nuestro taller cuanto antes.