Los discos de frenos y las pastillas son los principales componentes del sistema de frenado. Se encargan de garantizar la detención del automóvil al ralentizar la rotación de las ruedas cuando se presiona el pedal del freno. Se trata de unos de los equipamientos de seguridad más importantes del coche y, por ello, es fundamental cambiar los discos de frenos y las pastillas cuando su estado lo requiera.
¿CUÁNDO SE DEBEN CAMBIAR LOS DISCOS DE FRENO?
Esto va a depender del tipo de conducción o vía por la que transite el vehículo de forma habitual. Si a menudo circula por vías con mucha pendiente que exijan el uso continuado de los frenos, deberá cambiarlos con mayor frecuencia.
¿CÓMO ALARGAR LA VIDA ÚTIL DE LOS DISCOS DE FRENO?
Una de las clave para alargar la vida útil de estas piezas es realizar una conducción eficiente. O lo que es lo mismo, no abusar de las frenadas bruscas o constantes para que el freno sufra un desgaste menor. También es recomendable utilizar siempre que se pueda, el freno motor para no abusar tanto del sistema de frenado de ruedas.
¿QUÉ SIGNOS INDICAN QUE ES NECESARIO CAMBIAR LOS DISCOS DE FRENO?
Algunos aspectos que debemos tener en cuenta para cambiar los discos de freno son los siguientes:
- Ruidos al pisar el pedal del freno.
- Tacto del pedal duro o profundo (la distancia de frenado ha aumentado).
- El volante vibra al pisar el pedal del freno.
¿CUÁLES SON LAS AVERÍAS MÁS FRECUENTES EN LOS DISCOS DE FRENO?
- Discos de freno desgastados: Estas piezas tienen un límite de grosor que no se debe sobrepasar. El punto de desgaste que indica que se deben cambiar los discos de freno puede verse observando la marca de grosor mínimo que se encuentra en el lateral del disco.
- Discos de freno rayados: un engarrotamiento de las pinzas o un cristalizado del ferodo de las pastillas pueden provocar arañazos severos en los discos. La señal inequívoca de esta avería son los chirridos al frenar.
- Discos alabeados por sobrecalentamiento: si se abusa de los frenos, es probable que se produzca esta avería que se puede identificar por un cambio de color en los discos de freno y que provoca, además, vibraciones en el volante durante la frenada.
- Fisuras o roturas de disco: Estas averías son bastante inusuales y se deben a un excesivo desgaste o a la oxidación y que pueden afectar a la seguridad del conductor y sus acompañantes.
Siempre que se realice un mantenimiento en el sistema de frenado, ya sea cambiar los discos de freno o las pastillas, es necesario recordar que se debe hacer un rodaje de al menos 500 kilómetros. Durante este tiempo, el sistema de frenado tiene un menor rendimiento debido a que las superficies de contacto se encuentran lisas. Por eso, hasta que pasen estos kilómetros, es aconsejable adaptar el modo de conducción, ampliando las distancias de seguridad y evitando las frenadas bruscas y prolongadas.